En mis talleres de automaquillaje, a menudo, me encuentro con mujeres que no saben qué orden deben seguir los diferentes cosméticos que utilizamos para embellecer nuestra piel.
Con el afán de ponerle solución a esto, hoy vengo a contarte el lugar que ocupan los diferentes potingues que puedes llegar a emplear en el rostro.
La mejor manera de salir de dudas ante un ataque de “¿qué me pongo primero?”, es respirar hondo y comprobar qué producto es de textura más ligera. Esta es una regla que siempre funciona. Las texturas más livianas primero y las más densas al final.
Es imprescindible que cualquier rutina de belleza, vamos a llamar, básica, esté compuesta por una limpiadora y una hidratante. Hasta aquí espero que no haya dudas. Primero limpieza, después hidratación.
La cosa se complica si añadimos un tónico, un sérum y un contorno de ojos. ¡Oh meu Deus do ceu! Naaaada. Limpia tu piel lo primero, aplica el tónico después, a continuación el contorno de ojos seguido del sérum y por último la hidratante.
¿Y qué hay del protector solar? Pues te lo pones al final del todo, encima de la hidratante.
¿Y si…, y si además tengo un exfoliante y una mascarilla? Bueno, mira, entonces, antes que nada, tengo que felicitarte por tu maravilloso cutis y por tu dedicación. Se nota que tu piel te importa. Después tengo que decirte que, llegados a este punto ya me extrañaría que no supieras cómo usarlos (perdona si me sonrío pero es que no puedo dejar de pensar que esto ya lo sabe todo el mundo. Estoy tan involucrada en estas rutinas de belleza, que me creo que es de dominio público entre las féminas y, la verdad, es que no tiene porqué ser así).
De cualquier modo, has de saber que estos dos productos no son para utilizar a diario. Son unos complementos geniales para potenciar la lozanía de tu rostro, ya que el primero elimina las células muertas de la superficie y el segundo aporta un extra de, según elijas, firmeza, hidratación, luminosidad, uniformidad, antiarrugas, etc. o, ¿por qué no?, todo a la vez.
Entonces quedamos en que el exfoliante y la mascarilla los usarás 1 ó 2 veces a la semana y, el día que toque:
1º Limpias la piel.
2º Usas el tónico si te apetece (no es necesario).
3º Te pasas el exfoliante.
4º Te pones la mascarilla y te relajas mientras hace su magia.
5º Aplicas el contorno de ojos (el sérum y la hidratante te lo puedes saltar porque se supone que la mascarilla ya habrá hidratado lo suficiente. No obstante, si quieres, pues también te lo pones, que total…)
Y por último y para que vayas bien acompañada si sales a la calle, no te olvides del protector solar.
¡Lista!
Tal vez te parezca un lío fenomenal y tal vez te haya quitado las ganas de usar cosmética para los restos, pero si eres de las mías, aprenderás y serás constante porque esto, créeme, tiene su recompensa.
Y ahora dime ¿eres de las del paquete básico o premium? ¿Cuánto te importa tu piel?
Dinos que te ha parecido este artículo, Puntúa (DE 1 A 5 ESTRELLAS).