¿Strobing? ¿Contouring?… pero ¿qué demonios es eso?
Son dos técnicas de maquillaje que en el mundo profesional se conocen desde hace mucho mucho tiempo.
Antes de meternos de lleno en el tema, mi consejo es que, si lo que buscas es un look sencillo, las dejes para cuando salgas de noche o para fotografía. Si las usas para el día a día, asegúrate de ser muy sutil.
Pero vamos por pasos.
Contouring viene de la palabra contornear y últimamente está muy de moda, sobre todo, de la mano de la modelo Kim Kardashian, que es una gran abanderada de este método.
Cuando se aplica la base de maquillaje, el rostro devuelve una imagen muy plana, ya que se elimina su propio sombreado. Es entonces cuando el contorneado cobra más sentido. Con él, los rasgos recuperan su volumen. Es por eso que se aplica bajo el hueso del pómulo, bajo la mandíbula y, en general, en todas aquellas zonas que se quiera que, ópticamente, parezcan más hundidas.
Para acertar de pleno hay que observar de qué color son esas sombras que se proyectan sobre la piel. Mi recomendación para recrear un look al más puro estilo contouring, es que utilices tonos marrón-grisáceo o topo, en acabado mate. Deja de lado los polvos de sol que viren al naranja ya que no es ese el efecto que se persigue con el contorneado.
Existen productos específicos, aunque puedes elegir cualquier sombra en estas tonalidades para conseguir el resultado buscado. Uno de mis favoritos es el “Sculpting Powder” de Kevin Aucoin, que es específico para recrear estas sombras tan favorecedoras.
Y ¿qué hay del Strobing? Basado en el concepto de luz estroboscópica, es algo más novedoso y que, sin entrar en detalles y para que nos entendamos, reproduce el destello de un flash de fotografía.
Esta técnica, en lugar de hundir y sombrear, hace todo lo contrario, es decir, iluminar y dar volumen.
Así, aplicaremos productos en tonos claros y brillantes en las zonas altas del rostro, como el hueso del pómulo, el tabique nasal, la zona central de la frente y la barbilla y también en el arco de Cupido (línea por donde perfilas tu labio superior).
Para este menester tengo sin duda un ganador que es el “Shimmering Sking Perfector” de Becca. Si buscas una textura en polvo te recomiendo “Mary Lou Manizer” de The Balm.
Puedes emplear cada técnica por separado pero, para mayor impacto, usa las dos al mismo tiempo y después procede con tu maquillaje de ojos, mejillas y labios, de la manera habitual.
Si te decides por contornear e iluminar a la vez hay dos paletas que me gustan y llevan tanto colores oscuros como claros. Se trata de “Highlight and Conotour Pro Palette” de NYX y “Shade & Light Contour Palette” de Kan Von D.
Seguro que no vas a dejar indiferente a nadie.
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